10 de abril de 2013

Tras el barbecho


Dejó por un momento
la fugacidad
y se posó ante mí,
con su magia.

Mil dudas asaltaron mis recovecos.
Su claridad, mi timidez y
la imposibilidad de
cualquier cosa.

Me aterró.
Sus ojos enormes y oscuros
destacaban
sobre el resto de su vida.

Y me contaban
a sorbos y destellos
todo lo que habían visto.

Casi dejo escapar el momento
tan esperado.
Casi.

Y ahora, cuando llegas,
 se asfixia el vacío,
porque me lleno de ti.

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